Así de simple. Aunque afirma que será solo por unos meses, y como una forma de sostener el amor a la gastronomía y a la tradición de lo que se come y se disfruta del norte argentino, Alina Ruiz cerró temporariamente su restaurante del kilometro cero en Castelli, para abrirlo en las montañas del norte de Neuquén.
Con gran entusiasmo y alegría le damos la bienvenida a Alina Ruiz, de Anna Restaurante, junto a Pablo y su equipo, quienes nos deleitarán con su excepcional gastronomía de proximidad, fue la bienvenida que le dieron en la estancia Chochoy.
Alina llega con una valija repleta de productos del Impenetrable, Chaco, su tierra natal, impregnada de sabores simples que evocan la familia y los encuentros, todos ellos fruto de un aprendizaje basado en la producción propia. Su lema, “lo que no se comparte, se pierde”, resuena profundamente con nuestra cocina de tradición y auténtica de nuestro Chochoy Mallin, de nuestro norte Neuquino, agregan los dueños de la estancia.
DE TIERRAS CHAQUEÑAS
Desde las tierras chaqueñas hasta las montañas del norte de Neuquén, Alina Ruiz ha llevado su pasión por la gastronomía regional a un nuevo escenario. Instalados en Chochoy Mallín, Ruiz y su equipo trabajan intensamente desde el 2 de diciembre y continuarán hasta el 30 de abril. Este proyecto marca una adaptación ingeniosa del concepto de su restaurante Ana, ubicado en Castelli, Chaco.
“Estamos trasladando lo que hacemos en Chaco a Neuquén, adaptándonos al clima, los productos y la cultura, pero manteniendo la esencia”, explicó a Agroperfiles Alina Ruiz.
Situado a siete horas de la capital neuquina y a 20 minutos del Paso Pichachén, frontera con Chile, Chochoy Mallín ofrece un enclave perfecto para atraer a turistas interesados en la naturaleza y las tradiciones.
SUPERANDO DESAFÍOS CLIMÁTICOS Y ECONÓMICOS
El verano chaqueño, con su calor extremo, representa un desafío para el turismo local y para el funcionamiento del restaurante Ana. Por ello, decidió cerrar temporalmente el restaurante en noviembre, tras una emotiva despedida con música en vivo y un banquete especial. “Las altas temperaturas y la baja afluencia turística hacían complicado mantener el ritmo de trabajo”, comentó Alina a Agroperfiles en una larga charla telefónica.
Y agregó que, en Neuquén, el enfoque cambia. El equipo, compuesto por su esposo y tres jóvenes del impenetrable chaqueño, encontró un nuevo ritmo de trabajo adaptándose al clima frío y las particularidades locales. “Esta experiencia no solo es enriquecedora para mí, sino también para ellos. Están aprendiendo hotelería, turismo y gastronomía fuera de su provincia, lo que los ayudará a regresar con una visión más amplia”, destacó.
TRADICIÓN Y ATRACTIVO TURÍSTICO
En otro punto, relató que uno de los aspectos más fascinantes de la región es la trashumancia, una práctica ancestral que aún se mantiene viva en Neuquén. “Familias enteras trasladan su ganado a través de las montañas en busca de pasto y agua. Esta tradición es un espectáculo. Es impresionante verlos con sus cabras y perros protectores, llevando alimentos como charqui y panes, y cubriéndose con cueros por las noches”, relató a Agroperfiles.
La transhumancia, además de ser un modo de vida, se convirtió en un atractivo turístico. El gobierno local fomenta su observación, pidiendo paciencia a los conductores que se encuentren con estas caravanas en las rutas. “Es una experiencia visual y cultural única”, añadió Ruiz.
POR LA PRODUCCIÓN LOCAL
Alina Ruiz logró integrar el concepto de producción local a su experiencia en Neuquén, replicando la filosofía de su restaurante chaqueño. En lugar de importar insumos, colabora con productores de la zona. “Compramos quesos a la estancia vecina y plantines a una fundación local. El suelo aquí es muy diferente, todo de piedra, así que aprendimos a trabajar con una manta especial antes de agregar la tierra para cultivar”, explicó.
Y afirmó que este intercambio cultural también los llevó a valorar más los recursos de su tierra natal. “Aprendí a apreciar lo que significa tener una parcela de tierra productiva, algo que damos por sentado en el Chaco”, confesó.
EN MAYO, EL REGRESO A SU CASTELLI QUERIDO
El regreso al Chaco está programado para el 1 de mayo, cuando el restaurante “Ana” reabrirá con una cena especial. Mientras tanto, Alina y su equipo siguen sumando experiencias y conocimientos que enriquecerán su propuesta gastronómica y cultural.
“Mi corazón siempre está en el Chaco, pero esta experiencia me está ayudando a crecer y a formar a un equipo con habilidades valiosas para nuestra provincia”, concluyó la emprendedora gastronómica.
CREDITOS: Imagenes, gentileza de Estancia Chochoy Mallín
