Habla un criador de cerdos: “El costo del maíz no nos permite recuperarnos”
Aníbal Kek es un productor de cerdos de Villa Ángela, en Chaco, y dice que la plaga de la chicharrita del maíz le generó severas complicaciones dado que los rindes fueron prácticamente nulos, y debe comprar alimento para su ganado porcino.
“No pudimos aprovechar que se había caído el consumo de carne vacuna, y el reemplazo natural en estas situaciones el pollo y el cerdo, pero no pudimos por los altos costos”, dijo en declaraciones al programa Agroperfiles Radio.
La actividad porcina en esta parte del país “está complicada por el costo del maíz y en mi caso, dejé de hacer capones grandes, y pasé a hacer lechones”. Es que considera que con menor trabajo de terminado, le resulta mejor negocio, y tiene mayor salida, “aun a pesar que el consumo sigue bajo”, indicó.
Aseguró que los números “son muy finos” y que de manera permanente “uno se ve obligado a cambiar el tipo de producción que se hace”, y explicó que “para hacer un capón de 100 ó 110 kilos vivos hay que sumar componentes como comida, control sanitario y otros elementos, pero un lechón de 8 ó 9 kilos es mucho menos trabajo, haciendo foco en el aspecto sanitario y el resultado final, o sea la ganancia, si bien es menor, igual conviene”, expresó.
EL BAJO CONSUMO PREOCUPA
“Acá en mi pueblo bajó mucho el consumo porque entra cerdo de afuera con un precio medio bastante barato”, señaló. Dijo que “hay situaciones en las que no podemos competir, por ejemplo, en cuanto a precios de estos productos que vienen de afuera”.
Aunque los consumidores elijan los lechones de campo, y no de granjas de otras provincias por su gusto y calidad, “traen precios muy bajos, porque venden por cantidades enormes”, comenta Anibal Kek.
DEPENDENCIA DEL MERCADO INTERNO
El médico veterinario Jorge Brunori, magister en salud y producción porcina, investigador en el INTA Marcos Juárez y docente en la Universidad Católica de Córdoba, explica que el sector porcino argentino enfrenta grandes desafíos. Aproximadamente el 98% de la producción de carne de cerdo se destina al mercado interno, dice en el portal Todo Cerdos.
En 2022, Argentina produjo alrededor de 760.000 toneladas de carne de cerdo, pero solo exportó 13.000 toneladas, una disminución en comparación con las 22.000 toneladas exportadas en 2020.
La dependencia del consumo interno se ve afectada por la delicada situación macroeconómica del país, que ha erosionado el poder adquisitivo de los consumidores.
PROBLEMAS DE PRECIOS Y COSTOS
La incapacidad de los consumidores para aceptar aumentos en los precios de la carne de cerdo ha resultado en una reducción del precio del capón (cerdo joven listo para el mercado) en casi un 20% desde enero, mientras que los costos de producción han aumentado en aproximadamente un 25%. Esto ha afectado gravemente la rentabilidad de los productores, especialmente los pequeños y medianos.
PRODUCCIÓN ESTANCADA
Durante el primer cuatrimestre del año, la producción de carne de cerdo se ha mantenido prácticamente estancada. La faena solo creció un 0,2% y la producción aumentó un 1,6%, principalmente debido a que los productores han retenido a los animales por más tiempo para venderlos con mayor peso.