¿Cómo evoluciona en Chaco el pastoreo racional Voisin?
Un informe hecho por técnicos del INTA junto a productores de la zona norte de Quitilipi, Chaco, muestra la evaluación de suelos, estado y disponibilidad de los pastizales en lotes de Pastoreo Racional Voisin (PRV) en el centro de la Provincia del Chaco.
El trabajo fue realizo Enzo Fabián Fabian; Silvia Yanina Goytía; Carlina Noemí Kusy; Raúl Lértora; Florencia Madzarevich; José Javier Osurak y Julieta Mariana Rojas.
El Pastoreo Racional Voisin o PRV es un sistema ganadero holístico que considera el sistema productivo un todo mayor a sus partes, la mayoría de las cuales tienen funciones relacionadas entre sí.
El PRV, consiste en dividir el campo en parcelas que varían en tamaño, donde cada día se traslada a los animales, para que las parcelas desocupadas puedan recuperar la calidad y a su vez lograr la implantación natural de forrajeras nativas como resultado de la regeneración del suelo y el descanso de la parcela.
Este sistema utiliza alta carga animal por poco tiempo (1 a 4 días dependiendo de la temporada). Es un planteo en el que se elimina el uso de todo tipo de agroquímicos de síntesis: herbicidas, insecticidas, fertilizantes y se minimiza el uso de maquinaria pesada promoviendo la tecnología de procesos ecológicos y la menor dependencia de insumos externos al predio.
También se elimina el uso de antibióticos en los animales como una estrategia para fomentar la aparición de escarabajos estercoleros. Todas las prácticas tienen como objetivo estimular la biocenosis o la vida en el suelo.
El siguiente informe presenta los resultados de mediciones de suelos y pastizales realizados en 2021 y 2022 en el establecimiento denominado “Cabaña Don José” de José Javier Osurak y Carolina Noemí Kusy, ubicado en la Colonia Villa Rural El Palmar, Departamento Quitilipi, Provincia del Chaco. El lote evaluado abarca una superficie de aproximadamente 100 hectáreas, dividida en parcelas de aproximadamente 1 hectárea.
CARACTERISTICAS DE LA ZONA
La temperatura media anual del departamento Quitilipi es de 21-22°C, siendo la media del mes de julio de 15°C y la del mes de enero de 26-28°C. La precipitación media anual es de 900-930 mm con una marcada concentración en primavera- verano, el período seco es entre junio y septiembre, con un marcado déficit hídrico en verano. La altitud es 85-95 msnm con pendiente leve NO-SE.
En el departamento se encuentra amplia diversidad de tipos de suelo: suelos de loess como material originario, aluviales locales de textura media y pesada y arcillas lacustres en relieves cóncavos. Existen manchones de suelos salinos o con tendencia a salinizarse, en general confinados a relieves deprimidos.
La vegetación natural de la región está compuesta por bosques altos cerrados, muchos de los cuales han sido deforestados para la producción agropecuaria; pastizal, gramillar o pajonal en terrenos más bajos donde dominan las arcillas lacustres. También se encuentran grandes áreas de palmares sobre suelos de textura pesada, de relieve subnormal y tendencia a salinizarse y/o sodificarse.
Los sistemas de producción predominantes son agrícolas y ganaderos, con grandes problemas de degradación como erosión hídrica y compactación superficial y subsuperficial.
Esta compactación es provocada por el pisoteo y el sobrepastoreo en condiciones inadecuadas de humedad, un bajo nivel de rotación y descanso de los lotes, y exceso de uso de maquinaria pesada o labranza. Por otra parte, existe gran carga de agroquímicos en los planteos agrícolas, principalmente herbicidas en el sistema de agricultura bajo siembra directa.
PROCESOS DE DEGRADACIÓN EN SISTEMAS DE PASTOREO CONTINUO
Los principales procesos de degradación de tierras que ocurren en sistemas de pastoreo continuo son la disminución de la biodiversidad y de la cobertura vegetal por sobrepastoreo, la compactación de suelos por exceso de carga animal continua y la alteración del ciclo hidrológico a través de la disminución de la infiltración, el escurrimiento superficial, el anegamiento en lotes bajos y el menor almacenaje del agua en el suelo. Este tipo de sistema, al mantener los animales de forma permanente a lo largo de todo el año en el mismo potrero, impide la recuperación de las matas de las especies forrajeras, por el consumo permanente y selectivo del rebrote, provocando pérdida de especies nativas y mayor presencia de malezas.
Por otra parte, el pisoteo animal continuo disminuye la cobertura vegetal del suelo y el aporte de materia orgánica, provocando manchones de suelo desnudo (peladales), compactado y con menor porosidad, lo cual afecta negativamente al suministro de agua y nutrientes al suelo. Asimismo, esta degradación y mayor exposición de la superficie, promueve procesos de erosión eólica e hídrica.
OFERTA FORRAJERA
La oferta forrajera baja afecta a la sustentabilidad, la diversidad del paisaje y a la rentabilidad de la ganadería, principalmente en el caso de pequeños y medianos productores, que necesitan tener alta disponibilidad para mantener la condición corporal de los animales, especialmente en períodos de sequía invernal. Por otra parte, en regiones agrícolas donde existe producción mixta, muchos lotes tienen entre 50 y 80 años bajo producción agrícola y se encuentran muy degradados por la extracción permanente de nutrientes de los cereales u oleaginosas predominantes (maíz, soja, algodón, girasol) y la baja reposición. Se conoce que la implantación de pasturas y la promoción de pastizales naturales, son prácticas de manejo que permiten reponer la fertilidad química, física y biológica del suelo, a comparación del sistema agrícola.
Al inicio de la experiencia en el campo había problemas de degradación de suelos debidos a uso agrícola intensivo, y algunos parches de los lotes habían comenzado a salinizarse y formar “peladares” o áreas sin crecimiento vegetal por exceso de sales.
La decisión de comenzar con el manejo racional se tomó a partir de diciembre de 2018 y para el año 2024 se logró parcelar el campo en 100 parcelas de 1 ha donde los animales permanecen 1 a 4 días.
Las imágenes satelitales muestran cómo se encontraban los lotes en enero de 2016 y en enero de 2023, donde se puede apreciar la regeneración de la cobertura vegetal a través del manejo de renovales.
CONCLUSIONES GENERALES
El pastoreo racional puede ser una herramienta de manejo para aportar a la regeneración del paisaje y el suelo a través de los cambios en la cobertura y la conservación de la materia orgánica, menor dependencia de insumos externos que al estar dolarizados elevan considerablemente el costo de producción, y las condiciones para el equilibrio del agroecosistema a través del descanso de los lotes que promueve la recuperación de los pastos. El mayor stock de carbono, menor porcentaje de suelo desnudo, la mayor disponibilidad de forrajes y cobertura basal, junto a un mayor número de especies presentes en el PRV, indican que en el corto plazo se comienzan a ver cambios favorables para el suelo y la vegetación. Los valores de kg/ha medidos en los dos últimos años, superiores al promedio regional; indican que el manejo influye directamente en los resultados productivos con buenas perspectivas