Roberto Olivares: “Si cuidamos el suelo, tendremos mayor producción”
“La conservación de los suelos en el norte argentino es clave para poder tener mayor producción no solo en cantidad sino en calidad, y esto a la vez implica la posibilidad de crecimiento de la productividad que a la vez genera mas puestos de trabajo”, dijo el doctor Roberto Olivares, docente de la Licenciatura en Administración Rural de la Facultad Regional Resistencia – UTN- en declaraciones a Agroperfiles Radio que se emite por FM Universidad del Chaco Austral.
Los suelos bajo manejo adecuado desempeñan un papel importante en la mitigación del cambio climático al almacenar el carbono (captación de carbono) y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, situación que se produce por la conservación y/o formación de materia orgánica, que es el carbono del suelo.
Olivares, que es además licenciado en Edafología y Master en Gestión Ambiental, consideró clave destacar los avances que en esta materia se está dando, indicando que en términos generales “los sistemas productivos donde la producción agrícola es muy importante, se van incorporando prácticas que van a resultar muy beneficiosas para la producción en general”.
Destacó que el aporte de las universidades y el INTA han sido claves para llevar conocimiento a los productores e hijos de productores, a los fines que las prácticas de incorporar nutrientes, hacer rotación, manejo y otras actividades permitirán tener suelos aptos productivamente.
“Cuidar los suelos se traduce en seguridad en cosechas y aumento de rendimientos, es clave, ahí está el futuro inmediato y mediato de nuestra producción”, indicó Olivares, ex director de Suelos de la provincia del Chaco.
La conservación del suelo es esencial para el cuidado de nuestra tierra y como legado para las próximas generaciones. Es sustento de vida, desarrollo y producción. Es nuestro deber cuidarlo, respetando buenas prácticas agrícolas.
El suelo está compuesto por minerales, materia orgánica, diminutos organismos vegetales y animales, aire y agua. Es una capa delgada que se ha formado muy lentamente, a través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento. Las plantas y animales que crecen y mueren dentro y sobre el suelo son descompuestos por los microorganismos, transformados en materia orgánica y mezclados con el suelo.