ALTO IMPACTO EN ALGODONEROS ARGENTINOS POR EL TRABAJO EN EL MATO GROSSO
Los productores algodoneros de Argentina, en el marco del “Cotton Tour 2018”, organizado por la firma John Deere y bajo la coordinación de Andres Parra y Compañía, visitaron en Campo Verde, Mato Grosso, a una de las cooperativas algodoneras que más impulso le viene dando a la producción algodonera en esa región de Brasil. Los productores visitaron una desmotadora y también una hilandería.
“Es una experiencia muy enriquecedora, dado que nos permite observar algunas particularidades en cuanto a la organización que lograron los productores, y como han alcanzado sus objetivos en forma cooperativa”, comentó Jaime Parra, de la firma concesionaria de John Deere.
En la visita se pudo observar el trabajo que realizan los productores algodoneros, el paso de la materia prima por la desmotadora, y luego el valor agregado que genera la hilandería. “Es muy interesante este viaje para los productores, porque se llenan de entusiasmo al ver que otros productores han tenido logro, y que en la Argentina si bien tenemos algunas particularidades muy nuestras, podemos alcanzar objetivos y lograr que el algodón vuelva a ser el cultivo emblema no solo en el Chaco sino en las provincias productoras del textil”, añadió a AGROPERFILES Gonzalo Parra.
POR QUE PRODUCEN ALGODON EN MATO GROSSO
Entre las ventajas de producir en la región se destacan: las grandes extensiones de los lotes; contar con una cadena de comercialización completa y ajustada, y la obtención de beneficios impositivos si se pertenece a la cooperativa.
Es una región con precipitaciones importantes durante el ciclo del cultivo, sin lluvias en época de cosecha.
Dentro de la cooperativa existen asociaciones de productores algodoneros que reciben un sobreprecio de un 10 % sobre el precio final, por parte del gobierno, del cual un porcentaje (1,8) se utiliza para experimentación.
La desmotadora está ubicada a muy corta distancia de los lotes de producción. Pueden realizar la trazabilidad del cultivo, lo que les brinda confiabilidad y rapidez en la comercialización, y mejores precios.
Entre las desventajas se encuentran la necesidad de sistematización de suelos; la necesidad de realizar labranza convencional para control de rebrotes (picudo) e incorporación de enmiendas (encalado); los altos costos de implantación y protección de cultivo, y el elevado costo de los fletes al puerto ( ubicados a más de 2000 km) para el transporte de fibra.